Texto: Fernado Montolio
Ilustración: Cristina Samitier
Después de desgañitar el cuello del último secuaz reptiloide del laboratorio del malvado Dr. Crujeestuernos Nik Furria recoge en el maletín antirradiaciones las perlas fosfóricas del Prof. Ch. Hal salir, detecta un mobimiento fugaç en el reflejo de las puertas atómicas . Se gira, apunta con su tubo hirviente y abrasa lo que queda de mobiliario y reptiles. ¡Los malvados Veloriçaptores genéticos han salido de su madriguera para ser domesticados a la brasa!
9/7/09
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