19/5/08

Ella Era "Lauren Bacall"

Texto: Luis Castro
Ilustraciones: Cristina Samitier




Y mientras un heavy derramaba su cerveza sobre mi camisa, la vi. Me quedé mirándola fijamente y con nula discreción, le lancé una sonrisa que ella contestó.

-Dios, tiene la mirada más hermosamente triste que he visto jamás -comenté a Marcos- pero oye, ¿de dónde ha salido esta tía?

Antes de que Marcos pudiera contestar
apareció Toni, un profesor de Secundaria asiduo también al local:
-Me han dicho que es la novia del manager de la banda –dijo mientras me ofrecía un “Ducados”-.
-No gracias Toni, si comenzara a fumar eso en menos de un mes estaría muerto u opositando a la Administración Pública. ¿La novia del manager, dices? ¿Estás de coña, no?
-Soy profesor de secundaria, tío, yo no hago coñas, una coña en mi trabajo puede significar la muerte.



¡Ángeles del cielo! De nuevo, el destino me ponía delante un motivo más para seguir odiando al Rock and Roll.
El concierto llegaba a su parte final y las cervezas empezaban a hacer efecto en mi organismo.

-Perdona Cristina –pregunté a la camarera- ¿se me nota mucho que voy borracho?
-No se te notaba hasta que has hecho esa pregunta.
Toni comenzó a intentar aconsejarme: -Oye, acércate y dile algo, no seas tonto, a fin de cuentas tú curras aquí.

-No empieces a agobiarme ¿vale? Oye Marcos, ¿verdad que tiene en la mirada la tristeza de una eterna despedida?
-Mira Luis,
déjate de letritas de boleros que siempre estás igual: es Lauren Bacall y no se hable más. Por cierto, tal y como se están poniendo las cosas y teniendo en cuenta mis conocimientos sobre seducción te aconsejo que te acerques a ella, la cojas por los hombros, la mires fijamente a los ojos y la beses en la boca. Lo demás es sencillo: si no te abofetea es que te quiere.
-Marcos por favor, ¡que no soy Humprey Bogart!

La actuación terminó. Los chavales de la banda recogieron sus instrumentos y se marcharon; ella también se fue. La vi salir del “Valentine-Club” sin recibir por su parte ni un triste saludo, ni una lejana mirada, ni un silencio revelador, nada, solo aquella primera sonrisa y poco más.

De aquello hace ya mucho tiempo, y a pesar de los años transcurridos, todavía, cuando nos juntamos Toni, Marcos y yo en esas largas y tediosas tardes de domingo, no hacemos otra cosa que recordar aquella mítica actuación. Ellos hablan de música, de Rock, de Jazz, de los estilos musicales y de aquel concierto de los “Brown Anchoa” en el ”Valentine Jazz-Club”, y siempre, justo antes de que el Bar comience a cerrar, uno de los dos se gira hacia mi y pregunta:
-A ti Luis, ¿qué te pareció?
-¿A mi? ¿El qué?
-Pues la banda.
-¿Qué banda?
- Brown Anchoa!
-No sé, a mi me pareció maravilloso, ¿no creéis? Sin duda, ella estuvo maravillosa…

Así, mientras me dejo consumir por el humo y el alcohol, todos adivinan en el Club, que el taquillero continúa enamorado de Lauren Bacall.


Santa Coloma de Gramenet
Luis Castro.

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